Con la III edición del Certamen de Jóvenes Diseñadores rompimos las barreras, trasladamos la oportunidad a todo el mundo, y nos hicimos internacionales, señaló el consejero insular del Área de Empleo, Comercio, Industria y Desarrollo Socioeconómico del Cabildo de Tenerife, Efrain Medina. Obtuvimos una gran aceptación, con un total de sesenta y tres propuestas llegadas de países como, Argentina, Portugal, España, Colombia, Uruguay, Bélgica, México, Rusia, Egipto y Bosnia, entre otros.
El evento cobró tal magnitud que fue celebrado en el Centro Magma de Arte y Congresos, en Adeje, bajo la dirección de Marcos Marrero & María Díaz, empresa perteneciente al colectivo de Tenerife Moda y con más de veinte años de experiencia en el sector textil, recordó el consejero del Área. Once fueron los jóvenes finalistas, de siete países diferentes, que exhibieron sus diseños en este acto.
Margot Inés Ferreira Rosales, concursante uruguaya de 34 años de edad, fue la premiada en esta ocasión por su colección Los velos de la memoria, inspirada en las neuronas con la que no pudo ocultar su otra faceta profesional de investigadora científica como bioquímica del Departamento de Neuroquímica, IIBCE, de Montevideo (Uruguay).
El insólito tema del funcionamiento e interconexión de las neuronas espejo inspiró a esta diseñadora para crear una colección en la que predominaban los bordados, estampas, colores y formas. Además, basándose en el método de tinción de nitrato de plata ideado por el Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal, le aportó a sus prendas la paleta cromática de negros y dorados.
Ferreira ya se encontraba inmersa en el sector Moda antes de participar en nuestro Certamen, pues trabajaba desde hacía tiempo como diseñadora independiente para una empresa internacional y como directora del área Modas y Arte de la “Academia Pitman de diseño de Modas en Montevideo”, Uruguay, aseguró Efrain Medina.
Medina destacó que este certamen tiene como principal finalidad incentivar a los jóvenes talentos para que puedan comenzar su andadura en el ámbito de la creación de moda a la vez que apoyar a la industria textil y de confección. “Y en el caso de Margot Ferreira se ha cumplido la premisa”.
Nos cuenta la diseñadora uruguaya que al volver a Uruguay tras ganar el Certamen, “me di cuenta de que tenía que optar por una de mis dos profesiones, no podía seguir haciendo las dos cosas. La decisión no fue fácil, pero justo terminaba un proyecto en el Instituto de Bioquímica y me dije: «Es ahora o nunca»”. Decidió dejar la ciencia y empezar a dedicarse a la moda. “Desde el concurso quería crear mi propia marca, que fuera diferente, que apuntara a una moda conceptual, alejada de la frivolidad, una moda cargada de contenido. Una marca donde todas las colecciones fueran inspiradas en la ciencia y que el consumidor supiera de qué proceso creativo había nacido la prenda que estaba comprando”.
Pero no se encontraba preparada en la parte comercial y entonces le surgió un trabajo en el Departamento de diseño y desarrollo del producto de Garnié Moda, “donde aprendí de diseño, manejo de proveedores, análisis de ventas…, fue una formación súper completa antes de tener mi propio emprendimiento”.
La diseñadora uruguaya ha logrado fusionar sus dos pasiones, la Bioquímica y la Moda en una empresa propia, Madame Hibou (MH), que nació en 2014. Ese invierno lanzó su primera colección y posteriormente abrió su primer local de venta en Carrasco (Montevideo).
En 2015 junto a Valentina Bocchi, su socia y también diseñadora, comienzan con la bajada de lo científico a lo estético. Trabajan la imagen e inspiración para decidir cuáles son los conceptos fuertes a destacar, diseñando entre ocho y diez prendas iniciales con la idea más marcada, para luego pensar en algo más genérico con perspectiva comercial. Ambas diseñadoras destacaron que usar algodón 100% orgánico en la gran mayoría de sus prendas dota a su producto –por confección, diseño y material– de una característica atemporal que permite plasmar la visión central de la empresa.
“Nuestro proyecto es seguir creciendo en Uruguay”, -tienen abierta otra tienda propia en Pocitos (Montevideo)- tener más tiendas para captar más público objetivo y darle más comodidad a nuestras clientas. “Desde el principio hemos pensado que MH es una marca con potencial exportador. Nuestro primer punto de expansión sería a un país regional, como Chile, para luego saltar a algún mercado europeo”.