Las pasarelas de la tarde y la noche de ayer sábado en la Feria Internacional de la Moda de Tenerife hicieron las delicias del público más exigente

Los pases estuvieron dedicados a la joyería, bisutería y complementos; moda mujer, artesanía y moda; moda hombre y moda mujer fiesta

Los desfiles en la Caja Negra y en la pasarela central volvieron a sorprender por su calidad y glamour

Tenerife – 02/04/2017.  La tarde y la noche del segundo día de pasarelas en la Feria Internacional de la Moda de Tenerife, sábado 1 de marzo, fue todo un éxito con las 18 firmas que mostraron sus propuestas para la nueva temporada: Magdala, Silvert Point, By Loreiro, Roselinde, Maharani y NOK (Joyería, Bisutería y Complementos);  Juan Carlos Armas (Moda Mujer); Anastasia, Claudia Kurzweil, Milcolores Design TF, Trama Textil, DV Bisutería, Agostina Santini y Redisain (Artesanía y Moda); The Knot Company, Hutton y Néstor Rodríguez/Abraham Zambrana (Moda Hombre), y Sedomir Rodríguez de la Sierra (Moda Mujer Fiesta). Todas ellas enmarcadas en la Feria Internacional de la Moda de Tenerife.

El consejero insular de Empleo, Comercio, Industria y Desarrollo Económico, Efraín Medina, mostró su satisfacción “por el alto nivel que vemos cada vez que alguna de las firmas presentes en la Feria se sube a la pasarela. Hasta Tenerife se ha trasladado lo mejor de lo mejor, y es eso lo que queríamos: organizar un encuentro del sector textil y de la moda con el objetivo prioritario de la comercialización”.

La tarde comenzó a las 17,00 horas en la Caja Negra, con un desfile de joyería, bisutería y complementos, de la mano de Magdala, que aprovechó la riqueza que ofrece la cultura africana para proponer su colección de piezas inspiradas en las reinas africanas como Makeda de Saba, Candace de Meroe, la estratega Amina de Hausa, la pacífica Nefertari o la poderosa Cleopatra. Dividida en dos líneas, la primera de ellas se distinguió por ser colorista y muy tribal; y en ella destacaron los collares largos de piedras de colores y adornos con piezas étnicas. La segunda, más sofisticada y enigmática, estaba compuesta de collares cortos con piezas como serpientes o lagartos adornados con conchas, nácar y swarovski. Todo ello con colores como el marfil, el dorado, el azul jeans, los lapislázuli, el rosa madreselva, el naranja y el verde esmeralda.

Le siguió Silver Point, con la que su diseñadora, Ana Carol Morgan, se ha inspirado en piezas clásicas de alta joyería realizadas con diamantes y perlas, elaboradas con circonitas de alta calidad para poder llegar a un público más amplio. Presentó gargantillas y pendientes a juego, realizadas con perlas de río en diferentes tonalidades que se complementan con anillos de perlas y circonitas engarzadas. En la propuesta había cadenas con cruces elaboradas en blanco y en negro; y alianzas de diferentes colores, para lucirlas juntas o separadas. Las joyas estaban realizadas en plata de alta calidad, con terminación en oro de 18 kilates, amarillo, rosado o rodiado. Todo un lujo al alcance de un público asistente, que cada vez más, valora la calidad de estas piezas que elabora la firma canaria y que este año cumple 18 años de trayectoria.

By Loreiro ofreció en la Feria su Bridal y Ceremonia 2018, con la que ha vuelto a los orígenes del noble arte de la sombrerería, intentando transmitir el sentimiento que embarga a un artista cuando de la nada crea una pieza. Mostró piezas de alta costura confeccionadas artesanalmente, que transportaron a una cultura milenaria como es la Plumaria. La colección llegó en forma de sombreros y tocados, para  posarse en las cabezas de las mujeres más románticas y para darles vida en un día especial, como es  aquel en el que dan el “Sí, quiero”. Colores empolvados que van desde el gris, hasta los aguamarina, turquesas y lavandas, así como formas geométricas y asimétricas, enfrentadas en un mismo tocado, lucieron en total armonía. Para las novias únicas, tocados exclusivos realizados con plumas de oca biot y acompañados de bases trabajadas en diferentes materiales, como el buntal o el sinamay. Piezas que fluyeron desde la cabeza, con diferentes formas y que se  mimetizaron con cinturones, hombreras y clutch joya, en forma de ramas, árboles y exóticas aves.

La firma Roselinde se mostró exótica y rompedora. Inspirada en la naturaleza más salvaje, en su nueva colección combina materiales tan diversos como pueden ser los flecos, las plumas, el cristal, junto a otros elementos de nácar, jade y cuarzo. Para esta ocasión, la diseñadora incorporó componentes engomados que marcaron una tendencia ecléctica y rompedora hacia nuevos materiales en su incesante búsqueda por la innovación en sus diseños. En su paleta de colores pasó de los tonos suaves como el rosa, verde o azul pálido, hasta los más vibrantes con la explosión de los matices en azafrán, salmón, mandarina, amarillo intenso y ocres.

Maharani buscó la inspiración para la nueva colección ‘Mumtaz’ en el Taj Mahal. En sus creaciones mostró los colores de las piedras semipreciosas y cristales con tonos azules como primera referencia. Los tonos pastel también tuvieron un hueco importante, y otros elementos como el bronce, los borlones de piedras o la seda salvaje, cobraron protagonismo en una temporada inspirada en una mujer capaz de brillar más allá del tiempo.
La encargada de cerrar esta pasarela de joyería, bisutería y complenentos fue NOK, que volvió a sorprender con un crisol de sensaciones lleno de color, así como con su característica pátina de bronce,  que hacen de cada joya una obra de arte. Destacaron los cristales creados en crisoles de arena a mano y pintados uno a uno, para aportar seguridad a la mujer.

Y la moda fiesta mujer desfiló de la mano de Juan Carlos Armas. Presentó su colección  ‘Fado’, femenina y sensual, rica en materiales que hicieron exclusivos a cada uno de sus modelos. Las transparencias y los traslúcidos convirtieron los diseños en una apuesta poética. Los volúmenes, en superposiciones, crearon una armonía perfecta para aquellas novias que buscan un diseño romántico y un aspecto elegante. Los tejidos armonizaron encajes, payés, tules y sedas que se mezclaron entre las texturas, los bordados y los brillos. Cuerpos definidos y espaldas esculpidas dieron lugar a siluetas refinadas. La paleta de color surgió como una melodía llena de creatividad, con blancos rotos, tonos nude, rosas empolvados y negros, como protagonistas de la obra.

La pasarela central, de artesanía y moda,  comenzó con Anastasia. Su colección ‘FEM’, basada en la naturaleza femenina, ofreció colores rojo escarlata y el azul turquesa, con matices en verde, amarillo ocre y, en esta ocasión, un lila azulado en las violetas que estaban acompañadas por zafiros zirconios. La propuesta contó con plata, engastes, esmaltes al fuego, el aluminio y los esmaltes sintéticos.

Y Claudia Kurzweil encandiló a los presentes con su nueva colección ‘Black & White’, para el próximo otoño invierno, basada en la simplicidad de las formas y colores. Con tendencias minimalistas, inspirada en el diseño japonés, y mediante el uso de los volúmenes sin llegar a la opulencia, resumió la carta de colores a la elegancia del blanco y negro. Fueron piezas exclusivas elaboradas cuidadosamente a mano, a través del uso de diferentes materiales que hacían referencia al séptimo arte y a la belleza de las esculturas.

Milcolores Design TF fue la siguiente, con una colección de blusas y blusones en diferentes sedas tintadas, basadas en un espíritu de cambio y renovación, a través del empleo de nuevas técnicas para conseguir efectos y diseños originales. Patrones y estilo propio para prendas únicas, sensuales y cómodas. ‘Crisálida’, así se llama, ofreció mucho color y frescura.

Y cuando Trama Textil subió a la pasarela, lo hizo para mostrar ‘Coral’, una colección de tejidos de calada de factura artesanal. Chales, mangas y chalecos elaborados en lino, algodón, lana, seda y tul, todos ellos inspirados en los arrecifes de coral y en la flora y fauna que conforman los ecosistemas marinos. Ofreció algas, medusas y animales coralinos, de los que afloran colores como naranjas, rosas, violetas, crudo, negro y rojo, que lo inundaron todo de frescura y elegancia.

En el turno de DV Bisutería, la firma presentó ‘Hadi’, una colección exclusiva de bisutería artesanal elaborada en vidrio fundido. Traducido del persa como alegría, pretendió sorprender como nunca con sus piezas XXL de colores vivos, frescos y luminosos. Introduciendo innovaciones  técnicas, presentó por primera vez diseños multicolor de tipo figurativo, como los mandalas, así como elementos abstractos de gran energía, que transmiten optimismo y felicidad.
La gama cromática es amplia y llena de contrastes. Transportó, desde la nitidez y serenidad del azul turquesa o el lila, hasta la energía de colores como el rojo bermellón, el cian o  el amarillo. Las formas, volúmenes y tamaños se combinaron en el vidrio, y se acompañaron de cueros, metales y textiles para crear joyas únicas de gran originalidad.

Agostina Santina, con su colección llamada ‘El Secreto’, inspirada en el libro de Ronda Byrne que narra cómo construir una vida plena, abundante y feliz explicando cual es el proceso para lograr los sueños; subió a la pasarela con piezas de colores, en materiales como el cobre, la plata, el cuero y el algodón. Una paleta de colores fríos y cálidos que se abren a nuevos paradigmas.
Redisain fue la encargada de cerrar esta pasarela con una novedosa mezcla de sostenibilidad y tecnología. Planteó una colección de bolsos funcionales denominada ‘Industrial’, destinada a aquellos que aprecian el diseño y las piezas únicas. Una línea de trabajo más actual, que jugó con tonalidades amarillas, rojas, blancas y azules, e incorpora nuevos materiales, como los cinturones de seguridad de los coches o las maderas recicladas de los palets. La firma apostó por una moda sostenible que se vuelve sobria y elegante, dejando de lado la combinación de estampados de colores.

Y la última pasarela de ayer sábado [día 1], que tuvo lugar en la Caja Negra a las 20,00 horas, estuvo dividida en moda hombre y moda fiesta mujer. Así, la primera de las firmas de moda hombre en defilar fue The Knot Company, cuyas creaciones estaban inspiradas en las formaciones de coral que rodean las islas tropicales del Índico. La firma añadió a su colección ‘Atolón’ los boxer cortos y los boxer surferos, creados para un hombre dinámico. Desfilaron pantalones bermudas muy amplios, sudaderas y camisas con tramas caladas de tejidos y materiales tecnológicos, que se sumaron a las camisetas, bolsos y porta- toallas. Todo ello, en  una paleta de verdes, azules y tonos coral que dibujan figuras circulares y ondulantes en el océano.

El siguiente fue Hutton, con su nueva colección de Hutton SS ’17, inspirada en la herencia británica de la figura del gentleman, manteniendo siempre la esencia pero con giros basados en las últimas tendencias. En esta propuesta la estrella fue la polera con cuello mao o cuello italiano en colores pasteles. Chaquetas, pantalones de lino, jerseys de medio pico, chalecos de eco pluma, sudaderas con motivos camuflaje y camisas de vestir, fueron algunas de las novedades de esta temporada. Prendas diseñadas para un hombre urbanita, elegante y con mucho estilo, que busca el detalle para marcar la diferencia. Todo ello, unido a un conjunto de complementos únicos.

Néstor Rodríguez/Abraham Zambrana`pusieron el punto y final al desile de moda hombre. Así, Néstor Rodríguez dio paso a una colección primavera-verano 2017 caracterizada por prendas confortables superpuestas entre sí y looks monocromáticos. Propuso un juego de largos modulares y de formas asimétricas, que generan nuevas líneas de vestir sin olvidar las clásicas del traje bespoke. Desde el luminoso blanco, pasando por infinidad de tonos, llegó al beige y al camel, para acabar con los tostados y marrones. Como contraposición a los tonos naturales, interpuso los matices ácidos e intensos.

Y Abraham Zambrana presentó su colección de calzado con una paleta de colores como el rojizo de la fachada del Palazzo Bembo, los anaranjados y blancos del Palazzo Cavalli Franchetti, los amarillos que recuerdan a los reflejos dorados del sol, en los atardeceres sobre la cúpula de la Basílica di Santa María della Salutte, o los azules del anochecer de Piazza San Marcos. La mayoría de ellos fueron mocasines tassel, caracterizados por llevar un adorno en forma de lazo con dos borlas sobre el empeine.

La noche concluyó con la pasarela de moda fiesta mujer de la mano de Sedomir Rodríguez de la Sierra. Con su colección de vestidos largos transparentes cargados de pedrería y encaje, donde los detalles de acabado artesanal cobraron gran importancia. Flores, aves y plumas, formaron el estampado de los vestidos, que incrustados en la misma tela o acompañados de abalorios lograron un efecto tridimensional, en capas y tejidos vaporosos.

Los cinturones de terciopelo marcaron las cinturas para resaltar la silueta de los vestidos-joya. Conquistaron al público asistente sus trajes cortos, pantalones, abrigos y blusas con brocados bordados, en colores pasteles; sus majestuosas prendas sensuales y atrevidas, con transparencias, escotes e infinitas aberturas. Todas ellas completadas con bolsos a juego distinguidos por cadenas metalizadas, en  la primera inclusión de la firma en el mundo de los complementos.

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